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martes, 18 de abril de 2017

El que tenga oídos que escuche

Más que un requerimiento de tener un instrumento para escuchar es la invitación a una mente abierta al aprendizaje, una disposición a aprender, un despojarnos del ego que nos hace creer que tenemos la respuesta acertada para todo. Es escuchar más allá de las palabras. Es sintonía desde mi esencia con la esencia del otro. Es regresar a la Unidad. Es no juzgar.

Estamos acostumbrados culturalmente solo a oír nuestros propios pensamientos reforzando la vieja idea de separación: usted y yo somos diferentes. Negarnos a escuchar es el error del que emite juicios. Escuchar es ser consciente de mi sentir ante los estímulos del entorno. Escuchar es ser consciente del sentir del otro. Escuchar en silencio es ser consciente de mi esencia.

Siempre te has oído a ti mismo. Todo lo que tu entorno te dice ha estado sujeto a tus interpretaciones, a tus recuerdos de experiencias pasadas. Abrirse a la posibilidad de escuchar al otro, más allá de las palabras, del tono de las palabras, más allá de sus gestos, nos acerca a la Fuente. Es descubrir el verdadero mensaje.

Hoy decido escuchar más allá de…  es una invitación a dejar a un lado tus juicios, conceptos e ideas.
Hoy decido escuchar más allá de…  es una invitación a abrirnos a posibilidades diferentes.

Escuchar es una decisión que puedes tomar a cada instante, escuchar es una herramienta poderosa y es fuente de aprendizaje. Ejercita la escucha consciente, simplemente decide ir más allá de los sentidos. En las diferentes actividades de tu rutina diaria te sugiero ejercitarte cada día con: Hoy decido escuchar más allá de…  (Palabras, gestos, juicios, actitudes, formas, etc.), intenta descubrir el sentir que hay detrás de las expresiones. Encontrarás un mundo de posibilidades que permitirán exteriorizar lo más puro de tus sentimientos y lo más importante, quizás, es permitirte apoyar a otro ser humano a expresar sus verdaderas emociones. Es terapéutico para ambos.

Recuerdo cuando el abuelo decía: A palabras necias oídos sordos. No te quedes con el ruido que captan tus oídos, busca la emocionalidad escondida, permítete sentirla y “verla” sin juicios, sin reacciones. Re-sentir es volver a sentir, es re-significar una experiencia, sin juicios, solo aceptación.


Escucha ¿A quién debo escuchar? Pregúntale al Universo, espera las señales de su respuesta y haz caso. Escucha en sublime silencio. Permanece tranquilo y abre tu mente. Trasciende los ruidos de tu mente y las imaginaciones enfermizas que cubren tu esencia y enturbian tu vínculo con Dios. Sumérgete en la paz que te espera más allá de tus pensamientos, sensaciones  y percepciones de este mundo. Ve a tu interior, allí están todas tus respuestas… escucha !!!




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Profe, enséñeme a aprender no a obedecer.