Cada persona está recorriendo con altos y
bajos, con amor y sin amor, con dolores y alegrías, con esfuerzo y sin esfuerzo
el camino de la vida y algún día llegará a su destino. Destino que solo ella
debe descubrir. No pretendas andar o desandar el camino de otro. Recuerda, no
eres el maestro, eres el alumno. Tampoco pretendas ser el juez que determina lo
bueno y lo malo o aquello que deberían hacer los demás.
Gran parte de la problemática del mundo
actual, se afianza en el impedimento que hacemos para que las personas recorran
su propio sendero. Pretendemos ahorrarles dificultades desconociendo que a
través de ellas pueden descubrir sus bloqueos emocionales y re-direccionar su
camino. Toma distancia y anima con tu apoyo para que quienes te rodean den sus
propios pasos, con la certeza de que el día propicio llegará y logrará su despertar.
No pretendas despertar al que duerme, no lo comprenderá, no está preparado,
déjalo dormir que las campanas del tiempo, de su tiempo, lo despertarán en su
día.
Recuerda la enseñanza de Un Curso de
Milagros: “La curación se hará a un lado siempre que pueda percibirse como una
amenaza.” Las personas viven tan aferradas a la realidad de su dolor, que no conciben una vida sin sufrimiento. Permíteles
recorrer su camino.
Y como dice el poeta anónimo: “Si ya has
despertado y ves como duermen los demás a tu alrededor, entonces camina de
puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos,
así como fueron perfectos los tuyos. Cuando ellos abran sus ojos, el fulgor de
tu brillo les ayudará a despertar sin necesidad de que hagas nada. Si aún
duermes, relájate y disfruta tu sueño, estás siendo mecido y cuidado.”
Todos tenemos nuestro momento de despertar.
Duerme si estás dormido, camina si estás despierto y juntos, solo juntos,
podremos llegar.
Oscar Marino Cruz García
No hay comentarios:
Publicar un comentario