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miércoles, 29 de noviembre de 2017

Dios los cría y ellos se juntan… decía el abuelo.

Pareciera que estamos condenados a atraer a nuestra vida lo que nos genera sufrimiento. Unos lo llaman ley de atracción, para otros es simplemente un juego de la vida o una coincidencia. Algunos le dicen karma. Pero no es más que la oportunidad que te da la vida de ver hoy, con amor, aquello que ayer viste con dolor. Y se te repetirá hasta que te perdones y lo veas con amor.

Las relaciones no están diseñadas para hacernos felices, están diseñadas para hacernos conscientes. Y cuando le damos más valor a la comodidad del sueño, despertar no es una opción. Buscamos la solución a nuestras dificultades siempre desde la misma perspectiva con el deseo inefable de que esta vez sí voy a acertar en la solución. Sin darnos cuenta que vivimos en un ciclo interminable de sufrimiento al no permitirnos observar, de forma diferente, las relaciones que sostengo. ¿Qué me están mostrando? ¿Qué es lo que me niego a observar?

Como dice Sergi Torres, “Andamos tratando de resolver cosas, cuando todo se trata simplemente de vivirlas.”  Pretendemos resolver situaciones, cuando deseamos algo diferente a lo que la vida nos ofrece, se llama carencia. La carencia duele porque nos hace creer incapaces, incompletos, no merecedores de lo que llamamos felicidad. Y atacamos a los demás porque los vemos como la causa de nuestras carencias.

La necesidad de sanar viejas heridas emocionales hace que la vida nos enfrente con personas que nos sirven de espejo y como una forma de ayuda que no hemos sabido valorar. Un Curso de Milagros nos recuerda: “Las relaciones especiales que se establecen en el mundo son destructivas, egoístas e "infantilmente" egocéntricas. Mas cada una representa una oportunidad de sanar nuestras percepciones y de corregir nuestros errores. Cada una es una nueva oportunidad de perdonarnos a nosotros mismos, perdonando a otros.”  Las relaciones especiales son aquellas basadas en el dolor, en el sufrimiento. Busca en tu dolor aparente, la causa real de tu sufrimiento.

Es inaplazable el tomar la decisión más importante de nuestra vida, la cual consiste en redefinir el propósito de nuestras relaciones. O siguen basadas en el dolor o las utilizamos como el medio que la vida nos ofrece para convertirlas en relaciones de perdón, el verdadero perdón que nos conduce a la paz y ésta a la felicidad. Uno de los mayores obstáculos para alcanzar la paz, es nuestro deseo de ser especial. Deseo que nos hace creer tener la razón y, por lo tanto, es la otra persona la que se ha equivocado. Si yo no lo hago, ¿quién lo hará? Otra forma diferente de nuestro “especialismo” es el de victimizarnos. Sentirme víctima de la incomprensión de los demás, víctima de las circunstancias, víctima de la desconsideración de los otros, víctima de la vida, víctima de todo o de casi todo y de mil formas diferentes. Nuestro especialismo se manifiesta cuando pretendo que el otro piense como yo pienso. Menospreciar el propósito del otro es una de las formas más frecuente de ser especial y una falta de respeto enorme, porque lo consideramos como un incapaz. Entiéndase por ser especial cuando nos creemos ser diferentes a los demás, por lo tanto, mejores.

Alcanzar la paz, por el método que decidas seguir, es indispensable para tomar decisiones correctas, que solo se pueden tomar desde una percepción verdadera. Observa tu dolor, obsérvalo y seguramente la vida te dará las respuestas. Lo importante es que no te quedes con tus conclusiones egoicas, te equivocarás de nuevo. Estas te harán creer, por un período de tiempo, que has tomado tus mejores decisiones y tal vez funcionen para tu aparente tranquilidad; el tiempo (tu tiempo) te lo hará saber.

En este camino de aprendizaje confío plenamente en el propósito al que me conduce Un Curso de Milagros, al recordarme que: “El Espíritu Santo, en Su función de intérprete de lo que has hecho, se vale de las relaciones especiales, que tú utilizas para apoyar al ego, para convertirlas en experiencias educativas que apunten hacia la verdad. Siguiendo Sus enseñanzas, todas las relaciones se convierten en lecciones de amor. El Espíritu Santo sabe que nadie es especial. Mas Él percibe también que has entablado relaciones especiales, que Él desea purificar y no dejar que destruyas. Puedes poner bajo Su cuidado cualquier relación y estar seguro de que no será una fuente de dolor, si estás dispuesto a ofrecérsela a Él para que no apoye otra necesidad que la Suya. Toda la culpabilidad que hay en tus relaciones especiales procede del uso que haces de ellas. Todo el amor, del uso que Él hace de ellas. No temas, por lo tanto, abandonar tus imaginadas necesidades, las cuales no harían sino destruir la relación. De lo único que tienes necesidad es de Él.”

En mis relaciones estoy aprendiendo a amar, amar desde el perdón y escribir es parte de mi proceso de aprendizaje. Aunque los comparto, no pretendo hacer de estos escritos una cátedra de enseñanza, solo pretendo compartir lo que para mí significan hoy las enseñanzas del abuelo, especialmente cuando me decía:  Dios los cría y ellos se juntan…

Oscar Marino Cruz García

OM Un Camino Espiritual

jueves, 9 de noviembre de 2017

A cada santo le llega su día… decía el abuelo

En el camino de la vida nos encontramos, en diversos escenarios, personas enfrentando situaciones de dolor, dolor con el cual nos sintonizamos, a través de lo que llamamos empatía. Mal definida empatía, porque normalmente esa sintonía la hacemos desde el dolor que nos identifica con la persona que sufre, sin darnos cuenta que esto aumenta el sufrimiento, aunque nuestro deseo sea que el otro no sufra. La empatía, mal aplicada, solo perpetúa el sufrimiento. Un Curso de Milagros cita: El significado del amor (empatía) se pierde en cualquier relación que vaya en busca de la debilidad y espere encontrar amor en ella.

Cada persona está recorriendo con altos y bajos, con amor y sin amor, con dolores y alegrías, con esfuerzo y sin esfuerzo el camino de la vida y algún día llegará a su destino. Destino que solo ella debe descubrir. No pretendas andar o desandar el camino de otro. Recuerda, no eres el maestro, eres el alumno. Tampoco pretendas ser el juez que determina lo bueno y lo malo o aquello que deberían hacer los demás.

Gran parte de la problemática del mundo actual, se afianza en el impedimento que hacemos para que las personas recorran su propio sendero. Pretendemos ahorrarles dificultades desconociendo que a través de ellas pueden descubrir sus bloqueos emocionales y re-direccionar su camino. Toma distancia y anima con tu apoyo para que quienes te rodean den sus propios pasos, con la certeza de que el día propicio llegará y logrará su despertar. No pretendas despertar al que duerme, no lo comprenderá, no está preparado, déjalo dormir que las campanas del tiempo, de su tiempo, lo despertarán en su día.

Recuerda la enseñanza de Un Curso de Milagros: “La curación se hará a un lado siempre que pueda percibirse como una amenaza.” Las personas viven tan aferradas a la realidad de su dolor, que no conciben una vida sin sufrimiento. Permíteles recorrer su camino.

Y como dice el poeta anónimo: “Si ya has despertado y ves como duermen los demás a tu alrededor, entonces camina de puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos, así como fueron perfectos los tuyos. Cuando ellos abran sus ojos, el fulgor de tu brillo les ayudará a despertar sin necesidad de que hagas nada. Si aún duermes, relájate y disfruta tu sueño, estás siendo mecido y cuidado.”


Todos tenemos nuestro momento de despertar. Duerme si estás dormido, camina si estás despierto y juntos, solo juntos, podremos llegar.


Oscar Marino Cruz García

martes, 7 de noviembre de 2017

Relaciones Conscientes

"He sido un buscador y todavía lo soy,
pero he dejado de preguntar a los libros y a las estrellas.
Empecé a escuchar la enseñanza de mi alma."


Un Curso de Milagros me ha mostrado una visión diferente de un camino espiritual, ofreciéndome como recurso el verdadero perdón aplicado en las relaciones con todos los seres que convivo.

¿Preferirías tener razón a ser feliz?

Salir de nuestra caja de creencias, nos abre un mundo de posibilidades, nos permite ver el verdadero significado de una relación. Lo que muchas personas llaman enamoramiento, no es más que la sincronía de creencias y necesidades.  Solo la culpa implica sacrificio y donde hay sacrificio no existe el amor.

Uno de los errores al vivir nuestras relaciones es creer que éstas son absolutas, es decir, que no deben cambiar. El romanticismo nos ha llevado a expectativas equivocadas. Las relaciones basadas en el pasado son las que no cambian porque siempre nos llevan al mismo estado de dolor y sufrimiento.  Si enfrentamos nuestras relaciones en el momento presente y con nuestros mejores esfuerzos, sin la carga emocional del pasado, ni las expectativas del futuro, las convertiremos en una construcción permanente de amor. Pero, el desearlo no es suficiente, como en cualquier otra actividad, para relaciones sanas se requiere desarrollar destrezas y habilidades. Las relaciones cambian a las personas.

¿Estás dispuesto a cambiar?
¿Cuál es tu propósito en tus relaciones?
¿Estás pretendiendo llenar algún vacío?

Las relaciones no están diseñadas para hacerte feliz, su propósito es hacerte consciente.

Hablemos de Relaciones Conscientes
Sábado 18 de noviembre de 2017
De 3:00 p.m. a 6:00 p.m.
Aporte $20.000
Casa de las Burbujas
Carrera 9 # 2 - 96
San Antonio - Cali
WhatsApp 320 7208409
oscarmarcruz@gmail.com

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Profe, enséñeme a aprender no a obedecer.